Una de las cualidades que más admiro en Gustavo, co-fundador de Mina365, es su apasionado compromiso por interactuar y escuchar a los diversos profesionales que desempeñan su labor en el sector minero. En una reciente conversación con un ingeniero a cargo de un polvorín en una unidad minera, se presentó una reflexión que me afectó profundamente. Se trataba de cómo los departamentos de Tecnología de la Información (TI) a menudo parecen aislados de lo que realmente sucede en el terreno y cómo, desde su espacio seguro, sugieren soluciones sin siquiera escuchar a los trabajadores.
El ingeniero indicó que necesitaba ayuda con un proceso relacionado con el control de los transportistas en la mina. Gustavo, siempre dispuesto, propuso una solución, ya que tiene comunicación constante con los transportistas en los almacenes donde él supervisa. Sin embargo, la respuesta del ingeniero me hizo reflexionar. Mostró su preocupación al tener que tratar con el departamento de Tecnología de la Información (TI) para incorporar un nuevo software, ya que su experiencia previa le mostró que la respuesta común es: "Ya contamos con el ERP X, intenta solucionarlo con eso". Como resultado, prefería continuar usando su Excel, incluso cuando reconocía que la solución propuesta sería más eficaz, dado que parte del trabajo sería delegado a los proveedores.
Este escenario me impulsó a reflexionar sobre la importancia de la comunicación eficaz y la disposición hacia el cambio en cualquier organización. Durante años, las áreas de TI, y más recientemente las de transformación digital, eran las responsables de la innovación. Hoy en día, gran parte de este aspecto surge de las startups, dada su capacidad para realizar innovaciones de forma más rápida y en mayor cantidad en comparación con las grandes empresas.
Si somos conscientes de que las startups son actualmente las principales fuentes de innovación, ¿por qué no facilitamos su integración en nuestras organizaciones? Los departamentos de TI y de transformación digital deberían asumir este desafío y buscar formas de facilitar la entrada de estas jóvenes empresas en nuestras organizaciones. Los mejores CIOs y responsables de las áreas de transformación digital son aquellos que dedican días a la innovación, invitando a las startups y buscándolas activamente para escuchar sus propuestas. De esta manera, cuando encuentran una solución a los problemas que enfrentan las distintas áreas de la empresa, estarán preparados para desplegar rápidamente nuevas soluciones.
Para concluir, es esencial destacar que la innovación minera demanda dinamismo y agilidad en los procesos de implementación. Si bien las grandes empresas operan con procesos complejos, no deben imponer su burocracia a las startups. Por el contrario, deben estar listas para efectuar un proceso de integración ágil. De este modo, las empresas mineras se mantendrán verdaderamente actualizadas ante los cambios y las necesidades concretas de sus colaboradores, permitiéndonos así lograr una auténtica transformación digital que repercutirá de manera positiva en todos los involucrados.
Si la mineria busca inovación, la encontrará en las startup.